29 ene 2007

Suavemente

"Cuando pasaste por dalente de mi, no comprendí que pudiera atreverme a levantar los ojos hasta ti. Era como un esclavo en tu presencia. Mi corazón no temblaba junto a ti, mo me decía nada de ti. Estaba sereno. Mi alma no reconocía la tuya, aunque sentía la dulzura junto a su hermana maravillosa" (Dostoievski)

13 ene 2007

Un rinconcito del cielo

Antes de comenzar a leer, les recomiendo dar clic AQUÍ en Cesaria Èvora para que vayan disfrutando de la música.
Se abre la puerta, y el viento hace mecer como péndulo el Terodáctilo (un rompecabezas de cartón) que cuelga y vigila la entrada; al inicio, un pequeño pasillo de unos cincuenta centímetros, formado por una pequeña pared del lado derecho, esconde tras ella al guarda ropas, mientras que el muro del lado izquierdo se prolonga unos cuatro metros hacia el fondo, esté primer plano, teñido de azul provoca una sensación de espacio abierto, ya que su tonalidad va cambiando gracias a la luz del sol que dejan pasar las persianas, en ese muro, se encuentran dos lagartijas de herrería, el televisor empotrado unos centímetros antes de alcanzar la esquina superior donde la pared se dobla hacia la derecha, para prolongarse unos cinco o seis metros, el color cambia al de la proyección de todos los colores, y justo donde comienza, a tres cuartos del piso al techo, está un portarretratos con una foto de mi junto a un tanque de guerra que está dentro de la Universidad de la Habana; la pared pierde su continuidad con una gran ventana que asoma hacia el Valle de México, y por las noches es un espectáculo de luces plantadas entre los bosques y cerros que forman la cuenca del Valle de México, al otro extremo y continuando con el muro, hay un cuadro de una iguana en la parte superior; la pared nuevamente se dobla hacia la diestra y vuelve a ser azul, y justo al comienzo de ella, a un tercio del techo al piso, una lámpara de pared con pantalla de papel mate, brinda una luz calida y tenue por las noches; a un metro en diagonal, a unos veinte grados de la lámpara, la diosa del amor de cuba (no recuerdo el nombre) tallada en madera por un artesano callejero, es toda una joya de esa gran isla, casi a la mitad de la pared, se descuelga desde el techo, un librero de cristal de tres pisos, en el superior se encuentras novelas, cuentos, poemas, teatro, en el segundo nivel los libros de ciencias exactas y ocultas, cubren un pequeño altar de los cuatro elementos (Tierra con una planta, agua en un vaso tequilero, fuego con las velas y aire con incienso), y completando los cuatro lados, las puertas blancas del guarda ropas. En el centro una lámpara cilíndrica. Pegada a la pared con la cabecera bajo la diosa del amor y la lámpara de papel mate, una gran cama cubierta por un edredón verde con almohadones del mismo color, dan la sensación de estar en un jardín en el mar, al lado de la cama, el estéreo y, la música de Cesaria Èvora “Tiempo y silencio”, o los tangos de Gardel Por una cabeza / todas las locuras / su boca que besa / borra la tristeza, / calma la amargura. / Por una cabeza / si ella me olvida / que importa perderme, / mil veces la vida / para que vivir... El Chill-out, Rock, Blues, Jazz, Launch, dependiendo del estado de ánimo, acompañan mis noches, mis días, y las lecturas propias para un rinconcito del cielo.

9 ene 2007

Sueños en la Peña de Bernal.

Mi paseo por uno de los monolitos más grandes del mundo, la Peña de Bernal ha sido fuente de un sueño.

*Con cariño para la que está en Michoacan








Las casonas, con sus ojos grandes miran hacia el pueblo, donde la gente permanece sentada en la banca del parque, bajo la sombra de un naranjo, los colores, el dulce, tu mirada tranquila, la paz de tu cuerpo; te percibo a través del aroma de las frutas, las flores rojas, como los labios, tus mejillas tímidas y, me haces presente con la luz de de tus ojos, para de pronto estar, porque somos con nuestra naturaleza, la cual se precipita sobre tu espalda, te erizas como una leona, y poco a poco, la humedad de mis labios te vuelven jaguar, jugamos, ronroneamos, sonreímos, nos volvemos a mirar, juntamos nuestras frentes, nuestras bocas, te tomo fuertemente entre mis brazos para no dejarte ir, pero no pretendo retenerte, y entonces sólo estás, rodeando mi cuello, y escuchando los susurros, de aquellos seres encaramados de plumas, de pronto miramos al monolito de Bernal, una águila surcando el cielo, tan libre como los que quieren, tan lejos como tú y yo. Abro los ojos, subo por las calles empedradas, corres hacia mi en el pensamiento, descendemos hacia la plaza, admiramos el campanario de la iglesia, la forma de las nubes son el fondo, el sol se va diluyendo entre los montes, y dejas caer tu cuerpo sobre el mío, te despojas del pudor, sin luz que nos defina, sólo el tacto, los labios, que hablan después de cuidar las cosas que te digo, me llevas hacia el sueño profundo, para algún día despertar junto a ti, en el monolito de Bernal.

4 ene 2007

Calaveras y Diablitos

¿Por qué no aceptar, entregarse y dejar de seguirle temiendo?

"Tal vez los sueños no siempre son las imágenes de nuestra imaginación, o proyecciones de nuestra percepción, como tus labios que dibuje con mi mano, me basta con cerrar los ojos para borrarla, abrirlos para volver a pintarla, con mi ojos, en los que te llevo cautiva para no perderme de tu rostro, esa sonrisa tierna y juguetona, te describo sin lograr definirte, mujer, eres mujer, la que ayer al mirar, desató las explosiones, me pones nervioso, y entonces sólo quería acercarme lentamente hacia tu rostro, y deposite un dulce beso sobre tu mejilla, quería dejar de imaginar y soñar y despertar con ese beso sobre tu dulce boca y guardar ese instante efímero, recordarlo, evocar un lenguaje de sentimientos, para reprocharme lo que hice, siempre pesará menos que aquello que no realice, prefiero vivir con ello que sin tu recuerdo".

¡No quiero retenerte y tampoco que te vayas. Quiero sólo que estés!

CaMarA de AmOr

CaMarA de AmOr

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