
Por eso: “No dejemos que la vida se escape. Pasa una vez, llama y si no se responde sigue de largo. Después se demora tanto en volver a pasar. Aprovechemos lo que nos queda. Cada día es el último día”
A mediados de septiembre comencé a comer con ansias de devorar algunos textos. La dieta se basó principalmente en hojas rojas de fisiología, hierbas de biología molecular y genética, frutos de evolución, semillas de ecología, carne de organística y de postre un librito de poesía de Luis G. Montero. Así hasta engordar la masa gris, llenarla de impulsos eléctricos.
Para el 10 de octubre ya estaba más que satisfecho, por lo que decidí envolverme en telas de seda. Escogí un buen lugar, uno calido. Bajo la rama de un árbol me colgué y ahí comencé mi cambió de larva a pupa. Pasaron largos, fríos e inciertos días. A principios de noviembre comencé a cambiar de pupa a un estado de madurez. Para el 15 del mismo mes ya quería salir de mis mantos. Por momentos me preocupaba poder encontrar ese soplo que extendiera mis alas porque de no encontrarlo la muerte me esperaba al caer del árbol para ser destazado por hormigas o arañas.
Ahora 30 de noviembre de 2006, desperté con ganas de ver la luz, abrí mi crisálida y sin pensar estoy aquí batiendo mis alas, volando hacia el sueño.
*Aceptado en maestría
Los dejo con la HERMOSA
"Es triste perder el instante en que el universo se creo, la ilusión de mirar esos labios rojos, se va, se pierde con la luz que extingue la oscuridad donde ahora me has dejado"
Sucedió hace tiempo
27/10/05
Los días han pasado… En ocasiones son largos, otros pasan como el viento y yo… Abro mis brazos para dejarme rodear. Las yemas de mis dedos lo perciben todo. Me doy cuenta de que aún estoy de pie.
Y pienso, tratando de olvidar… Me quedo con lo bueno… Transformo lo que no me gusta y acepto mi vida; lo que me permite saber que busco y quería.
Hablaré en presente (que no difiere del todo en mi pasado): Busco una compañera; alguien que quiera caminar hombro con hombro. No quiero encadenar, preferiría tomar un regazo para abrazar.
Deseo volar sobre el inmenso mar… Reposar en sus aguas y ser victima de sus tormentas. Ser arrastrado mar a dentro y dejar la seguridad de la tierra firme, que sólo nos ancla a los temores, para así conocer lo que se esconde en el oscuro azul profundo.
Si hubiera de morir en unos instantes,
escribiría estas sabias pálabras: árbol, del pan y de la
miel, ruibando, cocacola, zonite, cruz gamada. Y me
Y esto es lo que hoy me pasa. Estoy dispuesto a
Antes de que caiga sobre mi lengua el hielo del
silencio, antes de que se raje mi garganta y mi
corazón se desplome como una bolsa de cuero,
Lo recuerdo. Me llene el corazón de diamantes --que
No existe un solo poder del alma que permanezca inalterable, si quiera por un momento. La mente es una especie de teatro en el que distintas percepciones se presentan en forma sucesiva; pasan, vuelven a pasar, se desvanecen y mezclan en una variedad de posturas y actuaciones. No existe en ella ni simplicidad en un tiempo, ni identidad a lo largo de momentos diferentes, sea cual sea la inclinación natural que nos lleva a imaginar esa simplicidad e identidad. La comparación del teatro no debe confundirnos: son sólo las percepciones las que constituyen la mente, de modo que no tenemos ni la noción más remota del lugar en que se representan esas escenas, ni tampoco de los materiales de que están compuestas. ¿Qué es entonces lo que nos induce a asignar una identidad a esas percepciones sucesivas y a creernos en posesión de una existencia invariable e interrumpida durante toda nuestra vida?
David Hume.
Por momentos no me reconozco. Y lo siento. Pero olvidar a Clío ha sido difícil. Quizá porque me aferro a los recuerdos de un café moka. “Pero como serás bruto Ozhomatli No te das cuenta de lo que puedes perder si sigues con esa actitud”
Y pensar que para lidiar sus miedos, después de haber recorrido su cuerpo, las noches con lluvia y estrellas que estallaban cuando sonreía, dejando una luz en sus ojos y, llenaba la habitación con el silencio de su insomnio para velar mis sueños donde recordaba sus caderas, la tormenta que era bajo su cuerpo arañando los cristales; la luna que llenaba de rosa sus pezones, de semen su vagina, y yo la acariciaba en las calles llenas de autos, que iban y venían, como las personas que corren e impiden el paso, teníamos que correr bajo un techo que cubriera nuestros cuerpos, y la llenaba de besos bajo las sabanas de mi cama que guardaban su aroma, el cual me excitaba al mirarla desnuda, su piel suave como sus manos cuando abrían la cremallera, fría como sus dedos cuando rosaban mi verga, y entonces te quitaba los pantalones azules como el cielo que nos cubre y guarda en el mundo donde éramos dos para formar un entero y en lugar de restar sumaba los momentos en que sólo éramos más que dos cuerpos que se miran tranquilos y apacibles; quizá por que ella tenía miedo de un día volver a la soledad de ese cuarto, donde ahora duerme. Entonces le susurraba por la madrugada, come il vento tra le fiori abrazándola fuertemente contra il mio corpo e con dolcezza ho deto:
“Quién no se lanza mar adentro nada sabe del azul profundo del mar y del agua, ni del hervor que bulle en el fondo; nada sabe de las noches tranquilas; cuando el navío avanza dejando una estela de silencio; nada sabe de la alegría de quedarse sin amarras, apoyado en dos, más seguro que el mismo océano”
Después de Clío me ha costado trabajo dimenticare, sin embargo no se puede andar por la vida escondiendo el corazón, es difícil dejar de sentir, y si se lograra llegar a ese punto, la existencia se volvería mundana al suprimir las percepciones, la nubule perdi la stampo para entonces morir…
El desamor tiende a la entropía pero siempre habrá alguien que llegue a ponerle orden a nuestras ideas, a nuestros escenarios, sólo es cosa de dejar que entre a nuestro mundo que se dibuja y volver a sentir.